Sigue llamándome poderosamente la atención el grado de incoherencia con el que actúa gran parte de la sociedad española.
¿Qué es más importante para ti? ¿Tu casa, tu coche, el vecino, la entidad financiera que te vendió la hipoteca... o tú mismo y tu familia?. Ante una pregunta así, parece evidente la respuesta.
Efectivamente, la mayor parte de los encuestados, reacciona con cara de sorpresa ante dicha cuestión, y sin pensárselo contesta “obviamente, yo y mi familia somos lo más importante “.
Ahora bien, ¿tienes seguro de auto?. Con él proteges a cualquier tercero (cosa o persona) al que pudieras causar daños. Y si es un “todo riesgo” proteges también tu coche.
¿Y seguro del hogar? ¡Por supuesto! A nadie le gustaría tener un incendio en la cocina o provocar involuntariamente humedades al vecino de abajo y tener que acarrear con los gastos.
¿Y tú y tu familia? Es lo que más quieres, pero... ¿estáis correctamente protegidos?
Es en este momento cuando la mayor parte de las personas que acuden a nuestras oficinas solicitando asesoramiento, se quedan sin palabras. Si no tienes un correcto seguro de vida, no estás protegiendo lo que más quieres.
Ya sé... te “obligaron” a contratar un seguro de vida al firmar tu hipoteca, pero... ¿quién paga ese seguro? Tú ¿verdad? Y ... ¿quién lo cobraría si tú falleces? ¡El banco!. Repítelo varias veces, ¿quién paga? ¡Tú! ¿Y quién cobra? ¡El banco!
Si realmente quieres tener la certeza de que a ti y a tu familia no os falte de nada ante una fatalidad como tu fallecimiento prematuro, o una Incapacidad Absoluta y Permanente, visita Barymont y pide asesoramiento gratuito. Quizás tú intención sea buena pero te falten datos. No cualquier seguro vale.
¿Estás seguro de que estás seguro?